A la hora de pensar en una atmósfera hogareña y familiar, pocos ambientes más idóneos que las cocinas de aires campestres.  Muebles de madera bien fuerte de color marrón o blanco, tonos como el verde, el rojo o los pasteles según sea el caso, dimensiones generosas y mucha luz son de la partida.

En el caso de esta cocina se trata de un ambiente donde prima la gama de los blancos.  Así tonos como el blanco, el manteca o el hueso se encuentran bien presentes.  Para cortar con tanto blanco, se ha optado por el toque natural que pueden aportar las plantas y flores, tarea a la que ayudan también  las cortinas del bajomesada.  Los estantes abiertos junto con la gran cantidad de piezas de vajilla colaboran con la decoración desestructurada del lugar.  Los detalles antiguos como la cocina, suman aún más familiaridad a la cuestión.

Otra posibilidad bien femenina es esta cocina que sigue con sus aires campestres sólo que presentando una atmósfera más actual.  De muebles blancos bien resistentes y detalles ultra femeninos como las flores o los corazones que forman parte del mobiliario y la vajilla, este ambiente puede quedar de maravillas tanto en una casa de campo como en un departamento de soltera siempre que se tengan en cuenta las dimensiones.  Más allá del trabajo en las alacenas otra cuestión que enamora es la isla, su composición de madera y  los jarros de cristal dan como resultado un mueble tan  útil como decorativo!

Imágenes vía: La belleza de las cosas

Escrito por Andrea Korniusza de Decocasa

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