Es verdad que sobre gustos no hay nada escrito, por lo cual cualquier opción que se elija a la hora de decorar un dormitorio matrimonial es válida.  Es justamente por esta misma razón que hoy te presentamos un versus imperdible:  un dormitorio claro vs. un dormitorio oscuro.

Dormitorio claro

Los dormitorios de tonos claros resultan ideales para ambientes pequeños ya que colaboran con la sensación de mayor espacio.  Otra aliada en este sentido es la luz, por lo cual un dormitorio de tonos claros provisto de un buen caudal de luz es perfecto para espacios reducidos.  Siguiendo esta premisa, un objeto que también te puede ayudar al momento de agrandar un dormitorio es el espejo.  En cuanto a este dormitorio en particular, se trata de un cuarto decorado en la gama de los blancos y los tostados.  El papel tapiz ubicado en sólo una de sus paredes sirve como elemento disruptor.  Otro elemento que es protagonista en este cuarto es el respaldo de la cama que llega hasta el techo.  Por su parte, la alfombra otorga un toque de color a la vez que aporta calidez al ambiente.

Dormitorio oscuro

Por otro lado, si te agradan los tonos oscuros bien puedes incluirlos en tu dormitorio.  Eso sí, ten en cuenta que esta opción no resulta tan aconsejable cuando se trata de espacios pequeños.  En este caso se ha partido de paredes en tonos neutros sobre las que se han colocado detalles como el papel tapiz en la zona del respaldo de la cama.  Por su parte, el acolcahado y el almohadón agregan más colores y los muebles que responden a diferentes estéticas colaboran en el armado de este dormitorio de aires modernos.

Imágenes vía: Variant Home Design

Escrito por Andrea Korniusza de Decocasa

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