Pintar una pared con pincel o rodillo puede ser cansador para muchos por lo que prefieren contratar personal especializado. Pero también están los que se animan a todo y utilizan otros mecanismos como ser el pulverizador o spray.
Pintar de esta manera es muy útil pero para un buen resultado hay que aplicarlo correctamente porque no es tan fácil como parece.

En algunos casos la pintura viene en recipientes especiales para ser colocados directamente a un rociador eléctrico que se compra aparte ya que no es necesario reponerlo cada vez que pintamos. Si el envase de la pintura es el convencional, solamente debemos volcar el contenido en el depósito que viene junto con la pistola.
Antes de comenzar recordemos cubrir todas las superficies cercanas a la pared que pintaremos para evitar manchas y salpicaduras indeseables. Una vez preparada la zona podemos empezar a pintar.

Para un trabajo prolijo lo mejor es seguir una misma dirección: de izquierda a derecha, o viceversa, y de arriba hacia abajo, intentando no superponer las capas de pintura para que no aparezcan distintos tonos. De todas maneras podemos aplicar una segunda mano para emparejar. Siempre intentemos mantener el rociador a unos 30 cm. de la pared y con una leve inclinación hacia arriba.

Si nos decidimos a utilizar esta técnica, ventilemos bien la habitación mientras lo hacemos y utilicemos la ropa más desgastada que tengamos por si las dudas. Unas gafas protectoras no estarán de más. Si quedaron rastros de pintura en el piso o en alguna otra parte de la pared, un poco de thinner o agua ras servirá para removerlas.
¡Manos a la obra!

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Bricohouse