Nada puede reemplazar el efecto y las propiedades de las plantas: dan vida, color, inspiran alegría y dan un aspecto fresco. Sin importar la decoración de nuestra casa, las plantas de interiores se adaptan a cualquier estilo, desde el más clásico hasta el más minimalista.

Si bien son objetos decorativos, requieren de nuestro tiempo para cuidarlas y mantenerlas para que no se marchiten ni se contaminen con algún hongo. Ocuparnos de ellas es una buena alternativa para despejar la mente por un buen rato.
Cuando escogemos una planta debemos prever  cuanta luminosidad necesita. Si les falta luz, las hojas pueden volverse amarillas, pero tampoco es bueno si nos excedemos con la exposición ya que pueden quemarse y secarse.
Con el riego pasa lo mismo. Al momento de comprarla, debemos pedir que nos asesoren y nos orienten en la cantidad de agua necesaria para no regarla demasiado ni escasear. Cada tanto es bueno que rociemos las hojas y no la tierra para que éstas se nutran.

Las plantas no solo son objetos decorativos, sino que además benefician nuestra salud. Reducen el dióxido de carbono y otros gases nocivos presentes en el aire e incrementan la humedad del ambiente.
Estéticamente, hay una gran variedad de plantas de interiores para elegir que combinen con los colores y el mobiliario de cada una de las habitaciones. Más adelante veremos que especie conviene para cada una de ellas.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Neat Home, House & Home