El amarillo es un tono que se lleva bien con cualquier lugar del hogar y el dormitorio no es la excepción.  Este color es capaz de otorgar luz, vivacidad y calor al cuarto.  Veámos algunas propuestas que lo utilizan.

El blanco es un color que va absolutamente con todo por lo que el amarillo se lleva muy bien con él.  En este dormitorio se ha utilizado el blanco como fondo y el amarillo aparece en detalles para cortar.  Esta combinación es ideal para ambientes que necesitan aumentar su luminosidad.

Otra buena pareja:  amarillo y celeste.  En este dormitorio, el amarillo ha sido reservado para los objetos ya sea en las alturas o  más cercanos al piso.

Otra opción es abusar del amarillo en el buen sentido.  En este dormitorio se eligió combinar diferentes gamas del amarillo que van desde el  pastel hasta el flúo.

Escrito por Andrea Korniusza de Decocasa

Imágenes vía: Guía para decorar

Al momento de pintar una habitación siempre nos preguntamos que color quedará mejor. La paleta es muy amplia y no queremos equivocarnos en la elección. Hoy conoceremos al amarillo.

El diseñador Philippe Starck dijo: “Si está deprimido, ponga un color amarillo y de repente usted será feliz”. Pero no hay que confiarse demasiado porque el amarillo no es un color fácil en lo que a decoración se refiere. Aunque es muy popular por su apariencia alegre, es al mismo tiempo uno de los colores más energéticos y excitantes para colocar en una pared.

Tal y como sucede con los demás colores, el amarillo tiene diferentes gamas que pueden adecuarse a cualquier espacio pero siguiendo determinadas pautas.
Todos los tonos se encuentran en la lista de los más luminosos por lo que se lucen en habitaciones con poca luz.
El amarillo intenso puede utilizarse en dormitorios infantiles (pero no en habitaciones donde duerman niños recién nacidos), pasillos o corredores y por supuesto, en playrooms o salas de juego.

Sin embargo, cuando es aplicado en grandes áreas, el efecto es negativo ya que provoca nerviosismo e inquietud. Un caso en el que se ve reflejado esto es en los locales de comidas rápidas ya que buscan la rotación continua de consumidores y no que se realice una  extensa sobremesa en el lugar.
En cocinas podemos optar por un tono fuerte pero empleándolo en poca cantidad. Una opción es pintar sólo una o dos paredes o, dejar las paredes blancas y jugar con el mobiliario y los objetos decorativos.

Para la sala no son recomendables los tonos intensos. Apelaremos a los amarillos pasteles que nos transmitirán tranquilidad sin perder la luminosidad.

La misma recomendación es para los cuartos de baño, donde buscamos relajarnos con una ducha o baño de espuma y no lo lograremos si se encuentra pintado en un tono fuerte.

Un color con personalidad al que no hay que temerle, sino aprovechar las opciones que nos ofrece para utilizarlo y lograr ambientes luminosos y alegres.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: IdeasCasas.com; DecoracióndeInteriores.net; Desiretoinspire.net