Todos, bebamos o no, tenemos guardados en algún cajón corchos de botellas. Y aunque no nos damos cuenta, en cada uno de ellos hay un pedacito de alcornoque -árbol del cual provienen-  que ya no crece. Si bien hoy en día muchas bodegas elaboran corchos plásticos o reciclados, los enólogos aseguran que el sabor del vino no es igual. Por ello se me ocurrió recopilar algunas ideas para aprovechar y reutilizar este material que sin notarlo tan valioso es.

La primera opción es un puf/banco confeccionado con una red de poliéster de alta resistencia y relleno de corchos por supuesto.

¿Les hace falta un salvamanteles? Juntemos varios que sean de igual altura, una abrazadera, un atornillador y ¡voilá!

Crear una alfombra de baño es muy original. Para ello tenemos que recurrir a una caja de plástico o metal para que sirva de sostén en los lados y colocar varios corchos verticalmente hasta llenarla. También podemos pegarlos sobre alguna alfombra de goma aunque necesariamente debemos sujetar los lados con alguna cinta o directamente, con un poco más de trabajo, pegarlos entre ellos, uno por uno.

Los pomos de los muebles de la cocina son aburridos. Ya no. Cambiemos los viejos tiradores por unos de corchos. ¡Más de uno se sorprenderá al verlos!

Buenas ideas, cero gastos y ayudando al planeta.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Daily Danny, Not Cot, The Kitchn