Philippe Starck es un diseñador que se atreve a todo: desde grandes edificios hasta objetos en miniatura. Es de esos artistas que les gusta dar formar a todo lo que esté en contacto con uno. Su ingenio deslumbra a cualquiera y es su sello personal: logra sacarnos de lo cotidiano para incluirnos en su mundo creativo. Nacido en París e influenciado por su padre, inventor e ingeniero aeronáutico, para seguir esta carrera, es un defensor de la sustentabilidad antes de que la ecología se pusiera de moda.

Su carrera es muy extensa y en un solo informe es imposible hablar de todo lo que hizo. Veremos sólo algunos trabajos y más adelante profundizaremos en cada uno de ellos porque realmente valen la pena.

Juicy Salif es quizá uno de sus diseños más conocido. Es un exprimidor de frutas hecho en aluminio fundido. Data de 1990 y es sin duda, uno de los iconos de esa década.

Este objeto que a simple vista no se distingue, se llama Mister MeuMeu y es una quesera con rallador fabricada en plástico de alta calidad y metacrilato.

Hot Bertaa es un hervidor de agua  de aluminio, resina y poliamida, que vio la luz también en 1990.

Philippe Starck creó este diseño para el director de cine Win Wenders. Se trata de un taburete de líneas orgánicas que no sólo cumple la función de asiento sino también puede ser utilizado como apoyo o escultura.

Con una estructura de fibra de vidrio y forrada en cuero, Lou Read está inspirada en un encuentro que tuvo el diseñador con el músico Lou Reed.

Tashen es una tienda de libros de New York. Lo excéntrico de sus estanterías dan testimonio del paso de la mano de Starck.

Escrito por Cecilia Favier de Decocasa

Fuente Imágenes: Starck